¿La pesadilla terminó?

david lópez

Hoy se acaba el sexenio marinista. Hoy es el último día del gobierno de los escándalos. El gobierno de las “hermosas botellas de Coñac”. Seis años que se fueron como el agua, y como agua se le fue entre las manos el poder a quien soñó en algún momento ser presidente de México. “Soy el Benito Juárez de Puebla”, dicen que decía.
Que el poder marea a inteligentes y vuelve locos a los tontos. Al originario de Nativitas Cuautempan eso fue lo que le pasó. Su estabilidad emocional no soportó ser el hombre más poderoso del estado y cuyo futuro era promisorio.
Mario Marín desde los primero días de su mandato dio muestras de un fuerte desequilibrio. Amenazó a medios de comunicación que se atrevieron a comentar sobre un supuesto robo cometido en esos primeros días en Casa Puebla. Pasquín de quinta calificó a uno de ellos que solamente reprodujo una denuncia ministerial. Hoy ya no es como antes me dijo el entonces jefe de prensa Javier Luna; “hoy quien acuse tendrá que probar si no quiere tener problemas judiciales”. Quién diría que unos meses adelante, fue el propio Mario Marín quien enfrentó serios problemas legales con el tema Lydia Cacho. Es mi voz pero no soy yo diría el mandatario.
Mario Marín dio poder absoluto a sus amigos y cómplices, Valentín Meneses, Mario Montero, Javier García Ramírez y Javier López Zavala quienes se volvieron prepotentes y soberbios; hicieron y deshicieron todo a su antojo. Este club de “amigochos” se repartió el pastel, dicen que se enriquecieron inmensamente al amparo de su amigo el gobernador. Hoy es el último día del gobernador más repudiado en la historia de Puebla. Nunca un gobernador fue víctima de tan grotescos apodos y repulsa ciudadana.
Corresponderá al nuevo gobierno que encabezará Rafael Moreno Valle Rosas a partir de mañana, investigar si de verdad existió desvío de dinero público para que Marín y sus amigos se hayan enriquecido. Si es verdad que Mario Marín como simple burócrata ha logrado amasar una inmensa fortuna que le ha permitido tener propiedades lujosas en Estados Unidos y Europa. Si es verdad que compró una flota de aviones y helicópteros para crear la empresa Servicios Aéreos Milenio S.A. de C.V. como señaló en su momento un medio de comunicación capitalino, entre otros muchos negocios.
Se tendrá que investigar a sus hermanos a quienes también se les señala como nuevos millonarios.
El nuevo gobierno tendrá que llamar a cuentas a Mario Marín y sus “cuates”, para que expliquen, porqué a pesar de que durante todo el sexenio manejaron un presupuesto inmenso, como nunca antes ningún gobierno manejó, deja una deuda de más de 9 mil millones de pesos, deuda que tendrá que enfrentar el gobierno entrante.

Mario Marín tiene que explicar a detalle, porqué se gastaron casi dos mil millones de pesos y se tardaron tres años en construir lo que pomposamente llaman Centro Expositor, que en realidad parece exactamente igual a las bodegas que tenía la Conasupo, nada más que a lo bruto. Es muchísimo dinero para esta “batea de babas”, donde además destruyeron grandes áreas verdes y derribaron cientos de árboles.

Hoy último día de un gobierno represor, que no tuvo compasión con los maestros a los que reprimió brutalmente el 10 de junio del año pasado. Último día de un gobierno que tampoco tuvo respeto ni consideración de los campesinos de San Andrés Azumiatla a los que también mandó golpear brutalmente por defender sus tierras.
A Mario Marín se le olvidó que un gobernador es únicamente un servidor público, que está para eso, para servir, no para servirse. Se le olvidó que solamente están de paso, que su trabajo dura seis años y que después de terminada su encomienda tiene que rendir cuentas a los ciudadanos.

Vaya, a Mario Marín ni en su pueblo lo quieren, en la pasada elección para gobernador votaron por Moreno Valle. A sus paisanos también les falló, les mintió, los desdeñó, los engañó.
Nunca antes un gobernador había terminado con tal desprestigio. La pesadilla terminó, dicen algunos, lo mejor para Puebla está por comenzar, dicen otros. Ojalá y que en seis años no estemos hablando de lo mismo. Dicen que cuanto más oscura está la noche, más cerca está el amanecer.