Último día de Blanca Alcalá como presidenta municipal de Puebla. La primera presidenta en la historia de Puebla; así fue recibida por los ciudadanos que votaron por ella y por quienes no. Su llegada levantó muchas expectativas.
Pasaron los tres años de su gobierno y el recuento de los daños no le es favorable y por desgracia para las mujeres, las hizo quedar mal, ante la trillada leyenda de que son más eficientes que los hombres. Seguramente la hasta hoy alcaldesa, es la exepción de la regla.
Como decía, en el recuento de los daños, Alcalá sale perdiendo, a pesar de lo que digan sus voceros y beneficiarios de esta administración.
La señora presidenta que soñó con ser gobernadora, dedicó sus tres años de gobierno en “nadar de muertita”, es decir, apostarle a que pasara el tiempo realizando obras de ornato que en nada beneficiaron a los ciudadanos. Tres años quitando el adoquín de las primeras calles del centro histórico con el pretexto de crear las “sendas”, adoquín en muy buenas condiciones que tenían muchos años de vida por delante, y que no se sabe a manos de quien fue a parar, por lo que el gasto fue innecesario, mientras en calles de cientos de colonias y juntas auxiliares los servicios básicos brillan por su ausencia, como el agua potable, pavimento, alumbrado público y drenaje.
Nada más en el ex jardín del Carmen derrochó mas de 7 millones de pesos, para desaparecer jardines y poner en su lugar lajas de mármol, que se ven bien, pero quitan espacios para la filtración de agua a los mantos freáticos. Un derroche innecesario. Lo mismo en el también ex jardín de San Luis de la 5 de Mayo y 10 oriente –poniente.
Y así se pueden enumerar el Paseo Nicolás Bravo y otros lugares del centro de la ciudad, que a lo mejor necesitaban una “arregladita”, pero ante las necesidades urgentes en colonias marginales, ya que dichos trabajos resultaron ofensivos, para quienes no tienen lo necesario en sus colonias.
Blanca Alcalá por otro lado descuidó en su momento el mantenimiento a parques y jardines, lo que trajo como consecuencia, la muerte de una niña por la caída de un árbol en el zócalo de la ciudad, que con muchos meses de anterioridad, los mismos comerciantes del zócalo estuvieron reportando por el peligro que representaba. Blanca Alcalá no le dio importancia y trajo como consecuencia la irreparable y dolorosa perdida de una menor.
Uno de los trabajos más estúpidos que realizó la presidenta Alcalá fue la ciclopista, sobre la 31 oriente de la 24 Sur al Bulevar. Miles de pesos tirados a la basura de una obra que no sirve para nada y que seguramente fue para justificar “gastos” o “ganancias”.
Durante los tres años, los hermanos de Blanca Alcalá fueron señalados como beneficiarios de esta administración, sobre todo Miguel Ángel Alcalá Ruiz quien fue señalado como el encargado de fijar el destino a los jugosos y millonarios contratos do obras como la del Paseo Bravo y el rescate de la Laguna de Chapulco. En el caso del Paseo Bravo la alcaldesa para beneficiar a su hermano, según la acusó el Club de Empresarios de la Construcción, violó el Artículo 15 de la Ley de Obra Pública por haber duplicado la contratación del proyecto.
Desgraciadamente el espacio es corto y las irregularidades muchas. Vaya lo apuntado nada más como ejemplo de un gobierno municipal fallido, el de la primera presidenta en la historia de Puebla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario