POLÍTICA

sábado, 12 de marzo de 2011

LA FUERZA…

Por Alejandro Fernández Martínez

En la víspera de la celebración del 50 Aniversario de la Reforma Universitaria, que, -por cierto- con mucha fortaleza conquistó en aquel 1961 el primer Rector de la Universidad Autónoma de Puebla Julio Glockner Rosains, es importante realizar la siguiente observación, desde aquellos años cuando los estandartes rezaban por una educación laica, gratuita y obligatoria, luego de los primeros 50 años, parece seguimos en el mismo sitio, esas demandas de aquellos tiempo siguen vigentes en la actualidad. Ese tortuoso proceso de pasar de un Colegio del Estado, formar parte de la autonomía y más tarde convertirse orgullosamente en Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, no parece haber avanzado. Considero que es momento de reivindicar, de frente a éstos convulsionados tiempos, hoy la autonomía quedó olvidada, y se echa en marcha una serie de condicionantes para no aceptar una mayor demanda estudiantil, aquella demanda de ser una universidad democrática. Crítica y popular se quedó en el olvido, si el ingeniero Luis Rivera Terrazas, volviera a nacer, se moriría de pena y frustración. Actualmente los universitarios, -incluyendo sus autoridades- se han olvidado de esa reivindicación, la de mantener una universidad pública y autónoma, ser garantes de la vanguardia que defina rumbo en nuestra patria chica y el mismo país, acordes con los pensamientos de Justo Sierra y Vasconcelos, cuyos detractores los definía que lograr una autonomía seria obtener algo extraterritorial, miopes en sus puntos de vista que no miraban que la autonomía se defendía como proyecto de estado. Una reivindicación, tomando en cuenta prioridades de los estados de las diferentes universidades en todo el país, todo de acuerdo a su identidad que buscan los propios mexicanos, esas epopeyas de libertad política que definieron aquel parteaguas del movimiento estudiantil de 1968 obviamente deben estar considerados en esta celebración del quincuagésimo aniversario de nuestra Máxima Casa de Estudios. Ya lo adelanta el Rector de la UNAM José Narro Robles, que todos los mexicanos tenga acceso a una educación superior. Me despido con una máxima de Salvador Allende, que decía, “antes de graduarse como ingenieros, médicos, abogados etc. debemos graduarnos como hombres” por la cultura, la libertad y el trabajo.” ¡Servidos señores!

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