La naturaleza pintó de blanco el oriente de la ciudad con fuerte granizada.

Como si se tratara de un paisaje invernal, muchas calles del oriente de la capital poblana se pintaron de blanco, luego de la intensa granizada que cayó la tarde de este domingo.
De improviso y luego de fuerte tempestad eléctrica, la madre naturaleza dejó caer sobre la ciudad una fuerte cantidad de granizo mucho, casi del tamaño de pelotas de ping pong.
Aparte del daño que este fenómeno natural causó sobre árboles y plantas, no se tiene conocimiento de daños a casas o vehículos, al menos las autoridades municipales, por medio de la dirección de Protección Civil no han reportado mayores daños.
No es la primera vez que se deja caer una fuerte granizada, ya en otras localidades como en San Mateo Ozolco a las faldas del Popocaltépetl ha provocado daños a cultivos.
En el estado de Tlaxcala, la semana antepasada cayo una granizada de tal magnitud que provocó daños en techos de casas y quebró parabrisas y medallones de al menos 600 vehículos.