POLÍTICA

jueves, 16 de junio de 2011

Una escuela de futbol y trabajo de cerillos para ancianos, anuncia Ayuntamiento como logros

Por Alberto Mendoza Ruiz


Me gustaría saber qué es lo que está pensando, si es que piensa, Eduardo Rivera Pérez, todavía presidente municipal de Puebla. Se fue a España de tour netamente religioso para estar presente en la beatificación de don Juan de Palafox y Mendoza, a pesar de que le había explotado en las manos una bomba mediática que lo dejó mal parado ante quienes votaron para que cobrara como presidente municipal. Rivera y sus cuates probablemente tratando de desprestigiar a Blanca Alcalá (como si necesitara ayuda para eso) presentaron “cuentas mal hechas” a propósito, aunque dicen que fue error de dedo; que de dos mil millones solamente son 700 en los que anda desfalcada la tlaxcalteca, nada más. Como respuesta don Eduardo Rivera recibió un cállate corrupto con la ventaneada de que pidió a Alcalá una camioneta de lujo para su cónyuge y sueldos para 25 de sus cuates cuando solamente era edil electo. Pese a la gravedad de las acusaciones, el alcalde marchó a la madre patria como buen católico y mal gobernante. Dejó en Puebla promesas incumplidas; un municipio con un índice de violencia a la alza, baches a granel, calles oscuras, balaceras entre comerciantes, etcétera. A su regreso, Rivera anuncia que su viaje no fue en vano y presenta como un gran logro para Puebla, que el Real Madrid instale una escuela de futbol “que priorice la práctica deportiva como elemento para incentivar el desarrollo de menores poblanos de escasos recursos”. (Gulp). Con “tan buenas noticias”, sus funcionarios nos llenan más de alegría, al darnos el anuncio que “lograron convencer” a importantes tiendas asentadas en el municipio para que le den trabajo a los viejitos como empacadores, mejor conocidos como cerillitos. Que buen corazón. Ya lo había dicho Rafael Moreno Valle, ya se acabó el paternalismo, ya no les vamos a dar el pescado, ahora les vamos a enseñar a pescar. Por qué darles 500 pesos a los viejitos si se los pueden ganar como “cerillos”. Para esta “buena obra” el DIF Municipal “convenció” a tiendas como La Gran Bodega, Chedraui y Woolworth para que les dé trabajo a esas cabecitas blancas. Trabajo sí, pero nada de sueldo, eso quedará a la caridad de los compradores. Que poca… imaginación


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