POLÍTICA

jueves, 22 de septiembre de 2011

Un pueblo engañado depositó su voto para elegir al príncipe azul que ahora lo desconoce.

Hay que rescatar el civismo…

By Jesús Persino
Con motivo del homenaje a los héroes niños de Chapultepec, un gabinete formado por desconocidos -la mayoría personas ajenas a Puebla-, acompañaron al gobernador Rafael Moreno Valle y a elementos de la 25 Zona Militar al acto conmemorativo en honor a los “aguiluchos” del Heroico Colegio Militar.
La presencia de tropas y oficiales de nuestro ejército nacional, así como los mensajes vertidos llenos de fervor épico, extraídos de los mejores versos de poetas mexicanos que con sus obras ensalzan los valores patrios, fue lo mejor del evento al que año con año nos permitimos asistir devotamente como una disciplina impuesta desde los años de la secundaria, en que nuestro querido maestro de civismo Marco Aurelio Mendoza, sembró en nosotros la semilla de conciencia y gratitud hacia nuestra familia, nuestra patria y nuestros héroes.
Fueron esas lecciones de bondad inconmensurable de un hombre visionario que estableció en el año del 64 un lema que aún taladra toda nuestra estructura psíquica, anímica y material, y que ha sido el sostén para todas nuestras acciones desplegadas en diferentes territorios, tiempos y áreas, en donde se han sometido a prueba estos principios básicos y sólidos que nos siguen moviendo para mejorar amando cada día a nuestro país y a nuestro pueblo.
Como en todos los años hemos sido testigos de ver cómo la tribuna, elegantemente ataviada, y ex profesamente ubicada para que en ella luzcan sentados en su aumentada soberbia, su desdén, insensibilidad e ignorancia, varios funcionarios arraigados en diversos grupos políticos que medran con el ejercicio del servicio público velando sólo por intereses mezquinos a la estatura de sus condiciones.
Ha sido un año más. Se cumple con el rito de las salvas, himnos y cánticos a esos héroes que nos recuerdan la época en la que se perdió la mitad de nuestro territorio por falta de conciencia nacional y la cobardía y desvergüenza de individuos que nuestra historia y sociedad condenan, así, del mismo modo, la pasarela de personajes fatuos y ajenos a nuestra entidad y a nuestros valores se dirige al abismo de la ineficacia y el desprecio.
El pueblo se hizo presente en una protesta ciudadana abierta, pacífica y mal organizada en la que los defraudados por Mario Marín y sus secuaces que les robaron los ahorros de toda una vida, matándolos civil y económicamente, quedando marginados de cualquier actividad social, ya que fueron saqueados impunemente y cifran su esperanza en un diálogo con el sordo gobernador y su azulado y foráneo gabinete, sin que se escuche atención o respuesta por parte de la élite gobernante, fingiendo demencia y es omisa ante los más de 10 suicidios que ha provocado esta canallesca acción incubada al interior de la anterior administración gubernamental y que se mantiene impune, sin solución alguna.
Los héroes honrados esa mañana estoy seguro que romperían sus pedestales de bronce para unirse al clamor del pueblo engañado, que en forma candorosa deposito su voto para elegir a este príncipe azul que ahora los desconoce y se hace rodear de vallas humanas que lo vuelven inaccesible a la razón jurídica y al gesto elementalmente humano que se conoce como la atención.




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