Alianza Televisa-Iusacell cancelaría la posibilidad de tener medios plurales y diversos.

Difusión Cencos México D.F., 24 de enero de 2012
Boletín de prensaOSC de DH / Académicas / Medios de Comunicación

La Comisión Federal de Competencia (CFC) debe combatir los monopolios, proteger el proceso competitivo y el libre acceso a los mercados a través de la prevención y erradicación de prácticas monopólicas y otras restricciones a la eficiencia del mercado, en función del bienestar de los ciudadanos.
La enorme concentración que priva en el sector de la radiodifusión y las telecomunicaciones exhibe no sólo la fallida regulación en la materia sino que además los oligopolios de la comunicación se han visto fortalecidos y hasta favorecidos por decisiones de la autoridad responsable de velar por la competencia. La CFC no ha dado pruebas contundentes de querer combatir la concentración y las malas prácticas en las que incurren los dos principales concesionarios de la televisión abierta.
El Pleno de la CFC deberá resolver en breve la alianza de Televisa con Televisión Azteca para compartir la propiedad de Iusacell que, por el simple hecho de plantearse, debiera generar el rechazo del ente antimonopolios, por violentar el artículo 28 de la Constitución y la Ley Federal de Competencia Económica. Esta fusión no beneficia a los usuarios de servicios de radiodifusión y telecomunicaciones, no traería nuevas inversiones al sector, no impulsaría el desarrollo de la industria y tornaría más complejo fracturar el de por sí concentrado entorno de la radiodifusión en México.
Por el contrario, desplazaría a otros agentes económicos, haría converger de facto los intereses de Televisa y TV Azteca en diversas industrias, limitaría el acceso a las bandas del espectro radioeléctrico, acapararía el mercado de la publicidad no sólo para TV sino también para otros medios y les permitiría realizar prácticas monopólicas como alza de tarifas publicitarias y de servicios.
Además, el poder de ambos grupos de interés (Televisa y TV Azteca) han impedido que el Congreso de la Unión reforme el obsoleto régimen jurídico de la radiodifusión y las telecomunicaciones y violan sistemáticamente diversos ordenamientos legales en la materia, electorales y de transmisión publicitaria.
Adicionalmente, debieran analizarse las condiciones de sus respectivos títulos de concesión porque en sus expedientes constan sanciones de la Secretaría de Gobernación por violar la Ley Federal de Radio y Televisión, de publicidad en materia de salud por transmitir “productos milagro” y a la legislación electoral por desacatar esta regulación.
Esta alianza también atenta contra el derecho a la información consagrado en el artículo sexto de la Carta Magna, al limitar la pluralidad de voces, ideas y puntos de vista expresados en los medios y degrada la diversidad y calidad de los contenidos, pues dificulta la entrada de nuevos operadores del servicio de la TV abierta, restringida y de telecomunicaciones. En suma, se cancelaría la posibilidad de contar con un sistema de medios de comunicación democrático, plural, diverso y competitivo, pues ambos consorcios verían crecer aún más sus recursos y su influencia económica y política.
Por éstas y muchas otras razones, la CFC debe rechazar esta concentración que atenta contra la competencia, la libertad de expresión, la pluralidad y la diversidad.