ARTURO LOYOLA GONZÁLEZ
¡Entre bueyes no hay cornadas! Reza el refrán popular, y viene a cuento con motivo de las acusaciones y señalamientos sobre las mentiras del candidato del PRI a la presidencia de la república.
Todo parte de los datos y evidencias presentados a los medios sobre los compromisos incumplidos de Enrique Peña. Y qué Peña no cumpla no es noticia, como no lo es que los priistas se llamen a sorpresa cuando alguien señala sus vicios y malas costumbres.
Sí se apilaran las mentiras de los políticos priistas, superarían en altura a don Goyo Popocatepetl, quien ya hubiera hecho erupción por el enfado.
Apenas comenzaron a ser proyectados los vídeos en donde se señala a Enrique Peña como un mentiroso, cuando el presidente del PRI, Pedro Joaquín Coldwell saca la cara por él, del mismo modo que lo hiciera su antecesor, el peleador callejero Humberto Moreira, con ese estilo bravucón y pendenciero que le caracteriza; al más puro estilo pandilleril reta a los panistas con respecto de las “obras” firmadas y no cumplidas por su candidato presidencial.
La cita es para el día de hoy a las cinco de la tarde, bajo un puente en Tlalnepantla, (Calle las Vigas y Adolfo López Mateos) para debatir públicamente y no en un motel, ya que no es cosa de hacer nada en lo oscurito y saber, bien a bien, quienes son los más mentirosos.
Así es, se trata de ver quién es el que engaña mejor a los mexicanos.
Los priistas convocan a que sea en batalla campal de al menos seis contra a seis, al mejor estilo de la lucha libre, como en la Arena México y allá, en Tlalnepantla debajo del puente deberán de encontrase y enfrentarse y embarrarse.
Por el bando hiper rudo o sea, los priistas, deberán estar: Mario Marín, Ulises Ruiz, Humberto Morería, Arturo Montiel, Blanca Alcalá y Fidel Herrera (contando con el apoyo moral de Mario Villanueva) y por el bando de los super rudos no podrán faltar: Vicente Fox y Martita (quienes a la mera hora cambian de bando) Juan Molinar Horcasitas, Miguel Ángel Yunes y los hermanos Bribones, ¡Perdón! ¡Bribiesca!
El premio sin duda es atractivo. El ganador se hará acreedor al título de Campeón de la mentira.
Cierren las puertas y hagan sus apuestas
Dudo mucho que se hagan daño, es más dudo que se presenten. Lo dicho: ¡Entre bueyes no hay cornadas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario