POLÍTICA

miércoles, 8 de agosto de 2012

El 15 de septiembre habrá dos gritos...

¡Cada quien con
sus cuates!


El 15 de septiembre del año pasado, Eduardo Rivera recibió la humillación
de su vida, al impedírsele salir al balcón a dar el grito
acompañando al gobernador.
La imagen explica más que las palabras.

Eduardo Rivera podrá dar el grito en Palacio Municipal  sin nadie que lo humille.

Moreno Valle  se aislará  en el Fuerte de Guadalupe para un evento elitista a costa del erario.


Rumores de que el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas tiene planeado realizar el grito del 15 de septiembre en la zona de los fuertes, particularmente en la explanada del Fuerte de Guadalupe, exactamente donde se realizó la “pachanga” con motivo de los festejos de 5 de Mayo, festín que costó al erario muchos millones de pesos, y a la que por cierto  los poblanos no tuvieron acceso.

Ante esta posibilidad, el presidente municipal toluqueño de nacimiento y  avecindado en Puebla, Eduardo Rivera Pérez, señaló que ante este panorama, posiblemente en Puebla se realicen dos “Gritos”. Si la ciudadanía así lo pide como marca la tradición, el Ayuntamiento se separará del evento estatal, para realizar el tradicional grito desde el balcón de Palacio  Municipal, aseguró.

Como se recordará, el año pasado, el gobierno del estado se apropió  de la organización de los festejos en Palacio Municipal, humillando al edil y provocando enfrentamientos entre los cuerpos de seguridad del gobernador y alcalde, llevando mano  los escoltas de Moreno Valle que agredieron a guaruras de Eduardo Rivera, incluido el titular de Seguridad Pública Amadeo Lara Terrón, al que no le permitían ingresar al edificio. Ya durante la ceremonia del “grito”, impidieron que el alcalde saliera al balcón para acompañar al ejecutivo, ya que Moreno Valle n salió al balcón únicamente  acompañado de su esposa y de su “amigo” Javier Lozano Alarcón.

Tal vez Eduardo Rivera desconozca que ese día, el 15 de septiembre, se realizan infinidad de gritos en el municipio, en las juntas auxiliares, en las colonias y barrios, vaya hasta en las casas particulares, por lo que la ceremonia que realice el gobernador para sus amigos, será una más, la diferencia es que el evento será pagado con el erario.

La noticia en sí es buena para el edil choricero, ya que podrá organizar los festejos sin nadie que lo humille y pueda salir al balcón a sus anchas acompañado de su familia y sus cuates, y cenar enchiladas con chorizo y tomarse sus tequilas a gusto.

Por su parte los poblanos seguirán asistiendo al mejor lugar de Puebla para tal caso, sin perder la tradición de estar en el zócalo festejando a gusto, sin recibir los maltratos de la exagerada guardia pretoriana del gobernador.

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