Este miércoles, la Comisión Permanente del Congreso de Puebla que preside el diputado Gerardo Mejía, “analizará” la petición del gobernador del estado Rafael Moreno Valle Rosas la solicitud de un préstamo por 300 millones de pesos a Banobras, para atender los desastres que dejaron los huracanes de mediados de septiembre en 32 municipios de la entidad.
Primero que nada el Congreso debería llamar a cuentas al gobernador para que explique por qué no atendió de inmediato las contingencias, ya que en el momento que miles de poblanos eran arrasados por el agua, el mandatario se dedicó a festejar “el grito de independencia” con artistas de Televisa, finos bocadillos y bebidas, con sus amigos, en el fuerte de Guadalupe, lugar sagrado para los mexicanos y utilizado la noche del 15 como centro de diversiones.
Pero la irresponsabilidad del mandatario no quedó ahí, sino que mientras los poblanos a los que se supone debe servir pasaban momentos graves por las tormentas, decidió tomarse unos días de vacaciones en Estados Unidos.
Como se recordará, el presidente Peña Nieto suspendió la cena del 15 de septiembre para reunirse con su gabinete y tomar las medidas pertinentes para auxiliar a los millones de mexicanos que estaban siendo afectados por las tormentas Manuel e Ingid, contrario a lo que hizo el gobernador poblano que se desentendió en esos momentos de los daños que sufrían los poblanos.
Pero como si lo anterior no fuera poco, Moreno Valle pretende que el Congreso le apruebe la solicitud de un préstamos bancario por 300 millones de pesos, lo que endeudará aún más al estado. El estado solamente pagará los intereses porque el capital se irá a fondo perdido, argumentó el gobernador en escueto boletín de prensa
El gobierno de Puebla recibe anualmente más de 60 mil millones de pesos de presupuesto, dinero que en los primeros dos años ha ocupado para hacer “megaobras” que nadie pidió y que no se necesitan; gastó en una rueda de la fortuna más 400 millones de pesos, juguete criticado nacional e internacionalmente, cuando según Coneval Puebla ocupa el tercer lugar en pobreza. El teleférico que a pesar de la cerrazón oficial para proporcionar costos, se sabe cuesta más de 200 millones de pesos; la compra de dos helicópteros con un costo de 11 millones y medio de dólares, más de 150 millones de pesos para uso exclusivo del gobernador. Mil 386 millones de pesos derrochados en los festejos del 5 de mayo para la fiesta, inauguración de obras, publicación de libros, una película, el desfile y show nocturno. 3 mil 800 millones de pesos en el Centro Integral de Servicios CIS en la zona más cara de Puebla. 50 millones de pesos para la realización del mundial de Taekwondo , rehabilitación del estadio Cuauhtémoc y Tianguis Turístico. Y para los festejos de este 15 de septiembre, con la contratación de artistas de Televisa, fuegos artificiales, fiesta etcétera, más de 12 millones de esos.
Todo lo anterior sin contar los gastos personales del ejecutivo y su gabinete, viajes al extranjero, altísimos salarios de la burocracia dorada y muchos otros etcéteras.
Pero para gasto social menos de dos mil millones de pesos.
El gobernador debe vender los helicópteros y la rueda de la fortuna para atender la emergencia y no salirse por el camino más cómodo, endeudando aún más a los poblanos.
Desgraciadamente los diputados están bajo su servicio y ya recibieron la orden de aprobar dicho préstamo y este miércoles 2 en la sesión de la Comisión Permanente, que se realizará a las 5 de la tarde como mero trámite, ya que aprobaran dócilmente lo que se les ha indicado.
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