Tlapa de Comonfort, a 12 de octubre de 2010- Una niña me´phaa fue arrollada por una camión en el campo agrícola de San Lorenzo Tlaltecoyan, Estado de México, el pasado viernes 8 de octubre muriendo instantáneamente. Un día antes, el 7 de octubre, 5 menores me´phaa también de Santa María Tonaya, resultaron heridos en accidente automovilístico en el estado de Jalisco, cuando se trasladaban junto con sus padres a campos agrícolas del municipio de Aranda.
La muerte de la niña me´phaa sucedió en la localidad de San Lorenzo Tlaltecoyan, municipio de Ozumba, a las 10:00 horas del viernes 8 de octubre. Su padre de 20 años y su mamá de 19, son originarios de la comunidad indígena me’ phaa de la variante bathaa de Santa María Tonaya, municipio de Tlapa, en la región de la Montaña de Guerrero. Desde hace años, se desempeñaban como jornaleros agrícolas como único medio de sobrevivencia ante la imposibilidad de cultivar las tierras de su comunidad.
Mientras ellos trabajaban, su hija dormía en una cajita improvisada en los surcos de jitomate, donde la protegían del sol y la tierra. Negligentemente un camión recolector pasó sobre la caja en la que se encontraba la menor causándole la muerte de manera instantánea. De acuerdo con el certificado de defunción la causa de la muerte fue por laceración cerebral, hemorragia intracraneana y por traumatismo craneoencefálico. La menor tenía apenas 5 meses y todavía no estaba registrada. Su cuerpo no fue levantado del surco en que se encontraba hasta 6 horas después cuando fue trasladado, a las 4:30 pm, a la agencia del Ministerio Público en Amecameca, Estado de México.
Después de rendir su declaración, los familiares de la niña pidieron al patrón del campo donde falleció su hija que su cuerpo fuera trasladado a su lugar de origen, para poder llevar a cabo el sepelio, sin embargo ante esta situación y debido a la fuerte presión que sentía por parte del patrón los papas de la menor tuvieron que optar por sepultarla el día sábado 9 de octubre en la localidad de Colonia de Guadalupe Hidalgo, municipio de Atlautla, del Estado de México.
Por su jornada laboral cada uno de ellos ganaba 140 pesos diarios. La falta de infraestructura básica en el campo para poder brindar protección a su hija, así como la falta de asistencia institucional conlleva a que los jornaleros agrícolas estén laborando en situaciones de extrema vulnerabilidad y expuestos a sufrir situaciones que ponen en riesgo a su vida, tal como es el caso de la menor.
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