Decretos light y el poder de los vendedores ambulantes
· El dedito de Morena y los futuros candidatos
Por Alberto Gerardo Mendoza Ruiz
Hoy 31 de diciembre, último día del año de pesadilla. Un año difícilmente de olvidar por las consecuencias que estamos sufriendo a causa de la pandemia provocada por el Covid-19 y por las peores decisiones de un gobierno que llegó como la esperanza de México y que desgraciadamente lo convirtió en un infierno, con la pérdida de 125 mil muertos, según cifras oficiales, pero más de 300 mil, según datos externos. La inacción oportuna de parte del gobierno federal, por irresponsabilidad o ineptitud, están siendo la causa de esta desgracia. No dejen de salir y de abrazarse, decía López Obrador, cuando en otros países estaban encendidas las alarmas de alerta por la gravedad del problema. En marzo, al inicio del año escribí que el Coronavirus representaría para López Obrador su Waterloo o la confirmación de su carrera ascendente, si es que tenía la prudencia o inteligencia para manejar la hecatombe que se nos venía encima. Desgraciadamente se impuso la irresponsabilidad e ineptitud, nunca quisieron tomar en serio al Coronavirus y a pesar de que cada día la situación estaba peor. Siempre, todos los días en sus mañaneras, el presidente asegura que estamos bien, que ya se domó la pandemia, cuando en realidad cada vez estamos peor. Para complicar más las cosas, siempre puso el mal ejemplo de no querer usar el cubreboca, porque Gatell dice que no sirve, siempre repetía. Las consecuencias las estamos padeciendo… Por si no fuera poco, el gobernador Miguel Barbosa, siempre copiando cada paso del presidente Obrador, también desdeñando la gravedad de la enfermedad se atrevió a decir de manera más que irresponsable, que el Coronavirus no era un problema serio porque a los pobres no nos da porque somos inmunes, que solamente les da a los ricos, y que si nos daba con un molito se nos quitaba. Esta afirmación también provocó que la gente no tomara en serio la epidemia y se resistiera a guardar las medidas de prevención. Esas irresponsabilidades nos tienen metidos en una grave crisis de salud y económica. Aunque ya están llegando las vacunas, la pesadilla está lejos de terminarse, ya que la vacuna, además de que está llegando a cuentagotas, para inmunizar a 120 millones de personas llevará mucho tiempo.
Decretos light y el poder de los vendedores ambulantes
En otro tema, no menos escabroso y que también, de alguna manera es parte del problema que estamos padeciendo en el municipio de Puebla, es el de los vendedores callejeros o ambulantes. Con su actitud rebelde ante el decreto de Barbosa que impone la prohibición de la vendimia en las calles deja al descubierto el gran poder que tienen los ambulantes, ya sea por su número, por la complicidad de funcionarios o por la debilidad oficial de imponer su autoridad. Es lamentable que a pesar del número creciente de contagiados y de muertos, se resisten obedecer. Vamos a ver al final quien se impone.
El dedito de Morena y los futuros candidatos
A pesar de que Morena está contra las cuerdas por los malos resultados de lo gobernantes que impusieron en los diferentes cargos de elección, desde la gubernatura hasta las presidencias municipales, pasando por los legisladores, siguen con el mismo método de imponer candidatos por medio de las supuestas encuestas, que no son otra cosa que el pretexto para la imposición por dedazo. Dos ejemplos, para el gobierno de la Ciudad de México Ricardo Monreal arrasaba en conocimiento a Claudia Sheinbaum, ya saben quien dijo que iba la consentida y dejaron fuera al ex gobernador de Zacatecas y ex delegado en Cuauhtémoc, Hizo berrinche pero fue calmado con su liderazgo en el Congreso. En Puebla Alejandro Armenta, el ex presidente del PRI y ex funcionario en el gobierno de Mario Marín, también se llevaba de calle a Miguel Barbosa para la candidatura a la segunda elección al gobierno en sustitución de la difunta Martha Erika Alonso; nuevamente se impuso el dedo de Obrador e impuso al oriundo de Tehuacán. Las terribles consecuencias las estamos padeciendo. Lo que indica que muchos morenistas de cepa se quedarán con un palmo de narices, porque, lamento decirles que se va a imponer nuevamente a quienes el dedito decida.
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