Una vez más la inconformidad y reclamos ciudadanos contra la prepotencia y la falta de trabajo de sus autoridades es acallada a golpes.
En esta ocasión le tocó a los pobladores de Tlachichuca recibir las patadas del secretario de Seguridad Pública Ardelio Várgas Fosado. Los tlachichuqueños cansados por la actitud prepotente y de desinterés del presidente Municipal Jonathan Collantes Cabañas a los reclamos de falta de apoyos oficiales y la negativa de entregar fertilizantes y quien por enésima vez los dejaba plantados luego de convocarlos a una reunión, decidieron como presión tomar como rehén a su hermano Alfredo Collantes delegado de la Secretaría de Desarrollo Rural, amarrándolo al asta bandera del zócalo hasta que el alcalde se presentara.
Como respuesta, el gobierno del estado acudió en apoyo de los hermanos collantes enviando un comando de policías estatales con el secretario de Seguridad Pública Ardelio Várgas Fosado al frente.
Con el mismo estilo que Ardelio utilizó en la masacre de Atenco en el estado de México, el jefe policiaco ordenó la represión a los pobladores y reporteros, por medio de toletazos patadas y gas lacrimógeno y la detención de un número indeterminado de personas, aunque la versión oficial habla de solamente diez.
Un joven de la comunidad fue herido de un balazo, disparo que a decir de testigos salió del edificio de la Presidencia Municipal.
Es conveniente recordar quién es Jonathan Collantes y como llegó a la presidencia de Tlachichuca:
Los hermanos Collantes durante mucho tiempo estuvieron buscando ganar la candidatura por el PRI para la alcaldía de Tlachichuca sin conseguirlo, hasta que en el recién pasado proceso electoral lograron el apoyo de Rafael Moreno Valle quien también buscaba la candidatura por el PAN a la gubernatura.
Fue así como con la complicidad de Miguel Ángel de la Rosa dirigente estatal del PRD, fue impuesto Jonathan Collantes como candidato por el Partido de la Revolución Democrática, PRD, sin ser ni militante ni mucho menos simpatizante.
La alianza PAN- PRD con Rafael Moreno Valle y Jonathan tuvo éxito ante el desprestigio y el hartazgo que provocó el gobernador Mario Marín (a) el precioso. Sacar al PRI de Casa Puebla incitó que la gente hiciera ganar a Moreno Valle la gubernatura y en el municipio a Jonathan Collantes, también conocido como “la muñeca”.
Las consecuencias para Tlachichuca fueron inmediatas; el nuevo alcalde sabiéndose respaldado por el nuevo gobernador, desde el primer momento mostró desinterés por los problemas del municipio enclavado en las faldas del Citlatltépetl, ausentándose de sus obligaciones y relegando en terceros su responsabilidad.
Pronto el descontento de los ciudadanos se fue incrementando a tal grado que explotó con la represión policiaca y sus consecuencias del 28 de mayo.
Las denuncias contra el edil nunca fueron atendidas ni por el Congreso ni por la Secretaría General de Gobierno, por lo que la inconformidad llegó a su máxima expresión
Una de las muchas pruebas de la prepotencia del presidente municipal Jonathan Collantes que llamó la atención de organismos de derechos humanos fue la privación ilegal de la libertad que realizó contra María del Socorro Islas Celestino, una madre de familia quien durante una visita del gobernador a Tlachichuca tuvo la “osadía” de preguntarle al mandatario estatal por qué no llegan los apoyos a Tlachichuca, como el crédito a la mujer y la entrega de fertilizantes, acción que enfureció al presidente municipal ordenando la inmediata ilegal detención de la mujer, “por faltarle el respeto”al gobernador, según declarara el propio edil.
Por cierto que la agraviada presentó una demanda penal contra Jonathan Collantes quedando asentada en la averiguación previa 1245/PG/Ciudad Serdán.
La represión a los habitantes de Tlachichuca se viene a sumar a la larga lista de de violencia ejercida por el titular de Seguridad Pública Ardelio Vargas Fosado contra los poblanos: Chignahuapan, Palmarito Tochapan, comerciantes de la 46 poniente, comerciantes del mercado Jorge Murado conocido como La Fayuca y ciudadanos sufrieron también las patadas de la policía estatal.
Tlachichuca se suma a la política de los puños y las pistolas antes que a la dialéctica. Faltan cuatro años y medio de gobierno morenovallista, por lo que la lista de actos represivos aumentará sin la menor duda, sobre todo cuando la elección del primero de julio podría traer protestas ciudadanas por la posible imposición del candidato del PRI Enrique Peña Nieto. La provocación de policías municipales en la marcha estudiantil del miércoles 23 de mayo es una pequeña prueba de ello.
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