ÁNGEL Ibáñez Fonseca.
Andrés Manuel López Obrador no debe reconocer la imposición de Enrique Peña Nieto, tiene que llamar a la unidad de acción de todos los partidos y organizaciones de izquierda, con los sindicatos y agrupaciones campesinas e indígenas, para impulsar una jornada nacional de lucha que tenga como objetivo paralizar al país por medio de la huelga general; expresó Felipe Castro dirigente de la Tendencia Marxista Militante.
Lo anterior, al dar a conocer los resultados del foro “Balance y Tareas de la Izquierda contra el Fraude Electoral” organizado en días recientes por parte de organizaciones de izquierda.
En donde se señala que para los millones de trabajadores y jóvenes que votaron por la izquierda fue evidente el nuevo fraude electoral que los empresarios, el PRI y el PAN, al lado del Elba Esther Gordillo y el IFE, realizaron para imponer en la presidencia de la república a su candidato.
“No se puede permitir que nuevamente nos arrebaten el triunfo, como ya lo hicieron en 1988 y en 2006; se debe impulsar una lucha tenaz y hasta las últimas consecuencias en defensa del voto y contra el fraude electoral.
Miembros de la izquierda militante reunidos hace pocos días, consideraron que el pronunciamiento del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros y el SME, previo a las elecciones, en favor de la candidatura de AMLO, así como de cientos de organizaciones sociales, sindicales y campesinas, junto con los más de cuatro millones de afiliados al Morena y la masiva base de apoyo de los partidos de izquierda, demostraron la correlación de fuerzas favorable a los trabajadores para impedir con la movilización en las calles, la imposición de Peña Nieto.
Opinan que la lucha para demostrar el nuevo fraude electoral “no será sólo recabando evidencias de las múltiples irregularidades cometidas el día de las elecciones para poder revertirlo, sino “fundamentalmente demostrando la auténtica fuerza que tienen los trabajadores y jóvenes de izquierda en todo el país; movilizándose masivamente en todas las principales ciudades, lanzando acciones que paralicen carreteras, aeropuertos y las fronteras, además de parar la producción, impulsando un huelga general hasta que la burguesía y sus partidos retrocedan y acepten el triunfo de AMLO”.
Explicaron que hace seis años quedó demostrado que en este tipo de batallas, dado que los empresarios se juegan mucho, se necesitan acciones más determinantes para obligar a la derecha a respetar la voluntad del pueblo; pues los empresarios y su cúpula dirigente, retrocederán cuando se den cuenta que la respuesta de los trabajadores es tan poderosa que pone en peligro sus intereses.
Por último hicieron un llamado a los trabajadores para “afectar la base del sistema capitalista, en aquel punto que le es más doloroso, es decir, la producción; pues la huelga general es el mejor medio para demostrar que sin el permiso de la clase trabajadora no se mueve nada y que somos nosotros los que mandamos en la sociedad”.
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