La violación del derecho a la libertad de expresión ha ido en aumento en años recientes en México, y si bien el actor responsable de garantizar este derecho es el Estado, también hay una responsabilidad al interior de los medios para resguardar a los y las periodistas e informar con ética.
“La situación requiere de más información útil para el público, sin sensacionalismos, con datos confirmados y que siempre se investigue teniendo en cuenta el interés público”, explicó Pascal Beltran del Río de Excelsior.
“Si algo aprendimos los colombianos de esto, es que en casos de crisis los delincuentes deben encontrar a una sociedad unida y unos periodistas unidos, toda división es una señal de debilidad. tratar de defender la exclusiva es algo irracional. Lo tiene que unir a los medios es el sentido de bien común", refirió Restrepo, quién como periodista en Colombia a vivido la escalada de violencia en el páis y el aumento a las agresiones contra periodistas al igual que ahora sucede en México.
“No vengo a decirles que hacer sino a pláticar la experiencia en mi país, que errores y que aciertos cometimos los periodistas para que se puedan prevenir” dijo el también Consultor Ético de la Fundación Nuevo Periodismo Latinoamericano, ante reporteros, reporteras y directivos de medios de comunicación.
La mejor forma de proteger al periodista es con el rigor de su propia información: "Las publicaciones deben ser concensuadas en consejos editoriales. La corrección puede señalar la diferencia entre la vida y la muerte y cumple la función de proteger también a la ciudadanía al darle información verídica".
Beltran del Río concidió al describir la velocidad con que este problema de seguridad llegó a las redacciones, “las tomó por sorpresa, y ahora hay que pensar si estamos informando a la sociedad de manera adecuada o sólo estamos repitiendo lugares comunes insuficientes para entender el fenómeno”.
Sobre este punto, el colombiano resaltó la necesidas de ciudar el lenguaje, “los periodistas somos educadores: yo soy libre de darle a la noticia el carácter educador o deseducador”, explicó. “Este tipo de noticias hay que marcarlas dentro de una necesaria intencionalidad de educar al público”.
Por ejemplo, la violación de la presunción de inocencia al criminalizar con las imagenes y las palabras a los sospechosos o detalles tan sencillos como la diferencia entre ejecutado y asesinado: "Ejecutados es hablar de una autoridad que ordenó esa muerte; el uso de las palabras va creando cierta mentalidad y puede ser legitimadora de esas muertes de una manera inconsciente”.
El periodismo “no se trata de invitar a ver y oír, sino de hacer que la gente piense y refleccióne la información que se le esta dando. Así se le dan los insumos a la sociedad para que piense y no sea manipulada.”
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