Por: Jilguero
QUE SE HAGA LA VOLUNTAD EN LOS BUEYES DE MÍ COMPADRE. Resulta demasiado preocupante, que durante su aparente última reunión del aún gobernador Mario Marín Torres, con columnistas, directores y uno que otro reportero afirmara, que durante su sexenio no hubo periodistas perseguidos o censurados, menos desaparecidos, ninguno de los comunicadores reunidos ahí, tomó la palabra para recordarle lo equivocado que el Jefe de gobierno estaba. Al parecer la modorra mediática continúa y parece se prolongará hasta fin de sexenio. Ya se olvido que al inicio de su sexenio “le quiso dar sus coscorrones” a la periodista y escritora Lydia Cacho Ribeiro, por involucrarlo a él, como al empresario textil Kamel Nacif, en su libro titulado “Los demonios del Edén” donde exhibe los nexos que tiene con este empresario acusado de pederastia. Ni un solo renglón o espacio para hacer el mínimo comentario sobre las declaraciones del aún gobernador Mario Marín Torres, -salvo contadas excepciones-.Lo relevante, es que en Puebla como en todo el mundo existen periodistas comprometidos con la sociedad que no padecen amnesia, y lo constatamos el pasado 28 de agosto en la charla que sostuvieron cerca de 20 periodistas con la abogada Perla Gómez Gallardo una de las voces más autorizadas en materia de Derecho de la Información y que afortunadamente disfruta de una excesiva carga de trabajo para defender en todos sus niveles, a periodistas que por decir “Verdad” están enfrentando cruentos juicios penales, contra empresarios, funcionarios y altos emporios económicos, en este encuentro que tuvo una duración de más de dos horas, la abogada dijo, -aceptando sin conceder-, que si Mario Marín Torres, efectivamente no hubiera incurrido en ningún perseguimiento en contra de periodistas como lo presumió frente a los directores de los medios masivos y escritos de Puebla, el sólo hecho de que los poblanos no cuenten con una Ley de Transparencia , este simple hecho, ya lo hace responsable para estar censurando a los periodistas en su trabajo por decir Verdad, que yendo más allá, es una total censura a su trabajo reporteril, por lo tanto, Mario Marín Torres, sigue equivocado, ¡Claro! Que ha obstaculizado el trabajo periodístico, y esto es delito. A DIOS ROGANDO Y CON EL MAZO DANDO. De cualquier manera, el “oficio” –que ya no debe ser tal, sino una profesión periodística- sigue en la “tablita”, resulta, que la abogada Perla Gómez Gallardo quién tuvo la molestia de venir a brindar una suculenta charla con periodistas reunidos en uno de los Salones del Diario “El Sol de Puebla”, vino a alertar a todos quienes nos dedicamos a “oficio” reporteril, a que nos andemos con tiento, porque tanto las autoridades como los dueños del Poder, tienen en un hilo a los reporteros que escriben en su contra, basta decir que la “Ley de Imprenta” mantiene vigente una serie de articulados que datan del siglo XIX, registrados como Daños a la Moral, e involucra términos como la calumnia, la difamación y la injuria encuadrados como delitos contra el honor, lo que ata de manos el trabajo periodístico, reveló que en México es un delito decir la Verdad, es decir, aparentemente existen cosas que no son justas, sin embargo así lo dicta la ley.
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