Ayuntamiento y Protección Civil permiten construcción de casas dentro de barrancas.

Jesús Morales responsable de Protección Civil estatal resta importancia a advertencia de Conagua del riesgo que corren 20 mil familias asentadas en zonas de alto riesgo

El fracaso de los gobiernos, en específico en Puebla, se debe a varios motivos, entre ellos al nombramiento de funcionarios de primer nivel sin capacidad ni preparación para el cargo, que ocupan una secretaría o dirección como pagos de favores, y en segundo, entre otros puntos más, a la falta de seriedad con la que los mandatarios asumen su responsabilidad.

Es así como cualquier sujeto por el simple hecho de ser amigo del gobernador en turno o recomendado de algún patrocinador de la campaña, lo mismo ocupa la Secretaría de Gobernación que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes o el DIF, o como aquella vez que un veterinario ocupó la delegación del ISSSTE.

O el caso más reciente de Jesús Morales Rodríguez quien tiene como único mérito ser hijo del diputado Jesús Morales Flores y sobrino del senador y ex gobernador Melquiades Morales, quien, de agente de tránsito brincó a un área tan importante y delicada como Protección Civil.

Las consecuencias están a la vista: En días pasados Manuel Beristain titular de la Conagua advirtió a los ediles del riesgo que corren 20 mil familias por estar asentadas en zonas de alto riesgo, advertencia que minimizó Morales Rodríguez (i)responsable de Protección Civil, quien dijo que solamente en la zona de Tehuacán existen familias asentadas en laderas, por lo que no tiene información de que tantas familias estén en riesgo.

Queda muy claro que este individuo no tiene ni idea de lo que sucede en el estado y que obviamente no conoce Puebla, vaya ni el municipio capital.

Por si no lo sabe Morales Rodríguez, nada más aquí en la ciudad de Puebla hay cantidad enorme de casas construidas dentro de barrancas, y que gracias a la corrupción cuentan con todos los servicios, como energía eléctrica y agua.

En la Sierra Norte han ocurrido desgracias por la falta de atención en zonas de alto riesgo, infortunios que una vez Mario Marín minimizó con esa disculpa estúpida de que él no mandó las lluvias.