Desde el primero de febrero de 2011, los delitos en Puebla se incrementaron escandalosamente.

¡Gobiernos del estado y municipio de Puebla, si no pueden dar seguridad,
renuncien!

A partir del primero de febrero del años pasado, 2010, a la fecha, la violencia en Puebla se ha incrementado en forma escandalosa, sin que las autoridades puedan o quieran hacer algo ¿ineptitud o indiferencia? ¿o… por complicidad con el crimen organizado?
Como sea, los poblanos desde que iniciaron los nuevos gobiernos, estatal y municipal de Puebla, panistas los dos por cierto, los poblanos ya no vivimos tranquilos.
Todos los días la ola de delitos va a la alza; asaltos y robos a mano armada, así como secuestros y robos de automotores se cometen en forma impune.
Hace dos días, una jovencita, hija de unos amigos fue secuestrada y asesinada; de los delincuentes no se sabe nada, ni se sabrá, muy probablemente.
Mientras los que vivimos en esta ciudad de Puebla permanecemos sumidos en el terror, el alcalde mentiroso Eduardo Rivera pierde su tiempo en eventos frívolos y presumiendo obras que no ha hecho, como la supuesta pavimentación de las mil calles, que sólo él sabe donde están.
Por su parte el encargado de la seguridad pública en el estado, quien por cierto viaja en helicóptero, durante los últimos 13 meses se ha dedicado a golpear campesinos, viejitos, comerciantes y periodistas, y a todo aquél que ha protestado por alguna injusticia.
Por si fuera poco, Seguridad Pública del estado le quitó más de 800 policías que estaban comisionados al municipio de Puebla para reforzar la seguridad.
Algo tenemos que hacer los poblanos para obligar a los gobiernos estatal y municipal a que cumplan con su responsabilidad de brindar seguridad pública.
Como dijo alguna vez Alejandro Martí frente al presidente Calderón, si no pueden, ¡renuncien!