“¿Moreno Valle, no te cansas de hacernos daño? ¿Que más quieres? Ya te comiste a un niño”, ahora que es lo que buscas, ya déjanos en paz”.
Afectados por la policía durante operativo realizado en la madrugada del sábado 18 de octubre en la junta auxiliar de San Bernardino Chalchihuapa, denunciaron todas las arbitrariedades de las que fueron víctimas, cuando sin orden judicial de por medio, entraron policías a los domicilios para llevarse de manera ilegal a cinco padres de familia, provocando destrozos en sus pocas y humildes pertenencias.
Mediante un Foro denominado “Chalchihuapa, Comunidad y Resistencia”, realizado en el edificio universitario de la Aduana Vieja de la 2 oriente 409, al que se dieron cita docenas de personas y representantes de medios de comunicación.
La primera en hablar fue Elia Tamayo, madre del niño José Luis Tleautlie Tamayo, asesinado por policías estatales el pasado 9 de julio y quien reprochó al gobernador Rafael Moreno Valle que a pesar de la muerte de su hijo sigue lastimando a más personas, nada más porque sigue teniendo el poder: “Dios nos dio la vida y no nos la va a quitar, no hay otra persona más mala que él, éste es un mal gobierno y él no merece estar en ese puesto, a él lo pusieron para cuidar y velar por Puebla, no para destruir; me duele el corazón de ver tanta gente lastimada, ya mató a mi hijo, ya se llevó a personas inocentes a la cárcel, y él, (el gobernador) anda bien contento, está dañando a Puebla, a niños, a personas de la tercera edad, no le importa nada, y yo le pido, como en un momento lo dijo, que si no hacía bien las cosas, se va, y yo le he pedido que es mejor que renuncie y que se vaya y que por favor nos deje en paz, porque también merecemos vivir tranquilamente. A mi me quiso comprar mi silencio, yo siempre dije, yo no vendo a mi hijo, yo quiero su salud, pensó que ofreciendo muchas cosas me iba a comprar, yo soy pobre y vivo de mi trabajo, prefiero trabajar y no recibir algo del gobierno”.
Siguió la esposa de Raúl, uno de los detenidos ilegalmente por la policía el sábado por la madrugada, dio su testimonio. Denunció que ese día, sujetos encapuchados entraron a su casa destruyendo todo. “Tengo tres niñas y un niño de tres meses, dormimos en un cuartito, estábamos dormidos, cuando escuché un ruido, desperté a mi esposo, le dije mira Raúl que es lo que está pasando, cuando escuchamos que quebraban todos los cristales de nuestra casa, que entran a nuestro cuarto y nos iban apuntando, agarré a mi esposo y le dije no salgas, los policías empezaron a golpear la puerta rompiendo los cristales, mi bebé de tres meses que estaba acostadito en la cama, hasta ahí le brincaron los vidrios, mis hijas asustadas vieron como entraron los policías con violencia, agarraron a mi esposo, les pedían que no se lo llevaron, pero que me agarran y que me empujan, a mis niñas también las empujaron y les pegaron, no se vale, no es justo. Que es lo que quiere el gobernador Rafael Moreno Valle. Mi niña no puede caminar, le lastimaron un pie”.
Una de las niñas, hija de Raúl, como de 6 años, dijo que no puede caminar porque le duele mucho su pie, porque le pegaron los policías. Pidió que dejen libre a su papá. Su hermanita le pidió lo mismo al gobernador, que deje libre a su papá, “porque lo extraño mucho”, dijo. “Cuando se llevaban a mi papá lo abrazamos para que no se lo llevaran, pero nos pegaron y nos aventaron, les pido que nos ayuden para que dejen libre a nuestro papá”.
Queremos justicia, reclamó nuevamente la mamá, esposa de Raúl, queremos paz en el pueblo. Finalmente le pregunta al gobernador Moreno Valle: “¿no te cansas de hacernos daño? ¿Que más quieres? “ya te comiste a un niño”, ahora que es lo que buscas, ya déjanos en paz”.
Además uno de los heridos el pasado 9 de julio, Hugo Jiménez, quien perdió un ojo a consecuencia de una de las balas de goma lanzada por policías estatales, narra brevemente lo que sufrió aquel fatídico día que quisiera olvidar.
Recuerda que semanas después, llegaron a su casa empleados del gobierno para decirle, ya no te enojes, por qué te enojas, aquí te dejamos dos despensas, yo les respondí, dijo, te pago las despensas y te saco un ojo, y haber dime si está bien, yo no hice nada.
Hugo denunció además que en el transcurso de esta semana llegaron sujetos a su casa sacando fotos, a las dos o tres de la mañana, investigando no sé que cosa, “me han llegado amenazas de muerte, porque dicen que nos estamos enfrentando al gobierno y nos quieren desaparecer, eso es lo que estamos pasando desde el 9 de julio hasta horita, estamos viviendo una
pesadilla. Estoy muy mal de salud, me mareo mucho, me desmayo, estoy muy mal y el gobierno llega con amenazas, finalizó.
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