Decir que México cuenta con una reserva económica superior a los cien mil millones de dólares, y signifique que esta creciendo y mantiene estabilidad presupuestal es un error, las reservas depositadas en el Fondo Monetario Internacional (FMI) sólo financian programas electoreros y monopolios que sirven al partido en el Poder.
Para el economista Norberto Amaya Aquino, miembro de la Comisión de Estudios y Análisis Regionales del Colegio Nacional de Economistas, el decir que México cuenta con un prestigio de buen pagador ante el Fondo Monetario Internacional y la Banca Mundial, no significa que haya solventado la extrema miseria que padece el país.
Recordó el economista, que la variante constante en el precio del petróleo no garantiza la estabilidad del presupuesto, y mucho menos una estabilidad económica de cualquier país.
En México no existe la fluidez de créditos accesibles para la población, o una banca productiva destinada a los sectores agropecuarios y de producción, menos los créditos bajos en los servicios a las comunidades.
Amaya Aquino, mencionó que las reservas económicas de nuestro país depositadas en la Banca Mundial, sirven para financiar Programas electoreros y monopolios que controlan los sectores productivos y agropecuarios, terratenientes como es el caso de González Barrera director de Maseca.
Debe existir un cambio de política exterior en cuento a las finanzas públicas advirtió Amaya Aquino, que estas reservas que presume Felipe Calderón, se canalicen en apoyo de una banca de desarrollo con créditos bajos, o inversión de desarrollo en municipios que detonen la economía en las regiones.
Hizo la propuesta, de continuar los pasos dados por países como Brasil, Chile y recientemente Argentina de renegociar la deuda externa y quitarse de un plumazo el lastre que venimos cargando desde hace tiempo. Es decir, ahora que tenemos esa fortaleza económica, en lugar de endeudarse renegociar nuestra deuda pública a corto mediano o largo plazo pero renegociar la deuda y hacer que baje la deuda y los intereses, con lo que se podría subsanar o aminorar intereses de deuda interna que también es grave concluyó.
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