A trabajadores del PRI les regalaron una amarga Navidad.
¿Que es lo que está pasando en el PRI? La derrota del 4 de julio es parte de la vida política de los partidos, no siempre se gana, menos en estos tiempos. Pero desmantelarlo, enemistarse con las bases y con quienes se la “han partido” despierta grandes sospechas.
Desde antes del pasado proceso electoral, miles de priistas trabajaron rumbo al proceso electoral fallido de julio pasado. Sin embargo desde el 2009, se habían prendido los focos rojos en el tricolor, por el desinterés de sus dirigentes para enfrentar la embestida que se venía del PAN y sus aliados.
Cosa rara en Alejandro Armenta Mier, presidente del PRI estatal en ese entonces, despreció a los líderes naturales. Inició el 2010 y ni Armenta ni el resto de la dirigencia movió un dedo para realizar una campaña que permitiera retener la gubernatura para el PRI.
Muchas cosas se decían: que la guberantura estaba negociada, que mandaron a Javier López Zavala, el peor candidato para que perdiera y que escogieron a los peores candidatos a presidentes municipales y a diputados locales para que el PRI no tuviera la menor oportunidad.
Alejandro Armenta se volvió prepotente con los militantes y cerró las puertas del PRI a quienes aspiraban, con méritos suficientes, abanderar al PRI en los municipios. El fin de la historia ya la sabemos de memoria.
Se dice que la derrota del PRI el 4 de julio es la primera parte de esta trama, ya que la segunda parte es hundir aún más al ex partidazo para ponerlo en bandeja de plata a los nuevos dueños de Puebla. Lo grave es que se han ensañado contra quienes dieron la mejor de sus luchas y fueron traicionados, los militantes y trabajadores.
Los delegados políticos del PRI en el interior del estado, que trabajaron meses, día y noche, sin mayor explicación, también fueron despedidos del PRI antes de diciembre. A muchos no les pagaron su sueldo completo y hasta donde se sabe ni el aguinaldo les quisieron pagar. Lo único que les dijeron es que quedaban fuera por tiempo indefinido y que a lo mejor los llamarían más adelante.
A estos priistas que son los que de verdad trabajaron les regalaron una cruel y amarga Navidad.
¿Esto significa que la consigna es reducir al PRI a la mínima potencia?
El futuro para el PRI poblano a corto y mediano plazo es más que incierto.
Se dice que el desmantelamiento del PRI se debe a que lo están poniendo a modo para sus próximos propietarios. El proyecto radica en que luego del triunfo del candidato de Peña Nieto en el Estado de México el año entrante y su probable candidatura por la presidencia de México, el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas regresará al PRI con el ejército de priistas que se fueron con él a apoyarlo a la campaña.
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