César Musalem Jop *
1.- Hace miles de años en la Europa nórdica, en el punto más alto que ubicaron de común acuerdo las tribus existentes de los ahora suecos, noruegos y daneses, celebrábase anualmente el “alting” una magna reunión de todos los seres humanos organizados en esos días, para decidir las tareas comunes, intercambiar productos, realizar ceremonias religiosas o comunes, y esencialmente: darse a conocer mutuamente sus descubrimientos para no perecer ante el medio ambiente hostil.
2.-. Hoy para esos países la miseria les es ajena, el empleo es suficiente y bien remunerado, su fondo de pensiones no está sujeto a vaivenes del capitalismo primitivo como en E.U. y en el resto del mundo, y las distracciones sociales acompañadas de una cimentada cultura general los ennoblece. La corrupción mal de casi toda la humanidad en diferentes niveles, es casi inexistente.
3.- En América Latina la corrupción es práctica nacional. Somos los campeones de la cultura de agandalle, todos (anóteme a mi), esperamos una oportunidad para hacer un buen negocio sin grandes esfuerzos en forma privada o pública, sin tener derecho para ello; por cierto hay un estudio de la ONU—UNESCO, sobre la corrupción en Haití y un comparativo con México: “Todos los nacionales de ambos países, de todos los niveles educativos y económicos, conocen a la corrupción, y las formas para aniquilarla, pero nadie lo hace por diferentes razones”.
4.- De ahí la exigencia de los muy escasos “purificadores sociales”, de conocer profundamente el todo administrativo, (transparentándolo casi a cabronazos mediáticos), para que los tres tipos de gobierno mexicano:
a).- El federal que es uno;
b).- Los 31 estatales, el del D.F.
c).- Y los 1,500 locales, rindan los costos de cada acto administrativo ejecutado desde el barrendero, el policía común, hasta el presidente de la República, los gobernadores y los alcaldes, toda vez que no hay otro mecanismo para hacer una “detente” contra el saqueo que brutaliza a la sociedad nacional, y la vuelve admiradora por falta de valores de los saqueadores gubernamentales.
5.- Pero “hete aquí” (Palou El Viejo), que los gobiernos todos sin excepción han creado con la complicidad de muchos expertos en información, que no en comunicación, una trama de enredijos legaloides para evitar que el común de los nacionales se entere del común del trabajo gubernamental, que abarca naturalmente al poder ejecutivo, al poder legislativo y al poder judicial.
6.- Gracias a los periodistas de todos los medios incluyendo la magia digital en ascenso, es como nos hemos enterado de las desviaciones presupuestales, de los fastos innecesarios, de derroches mil, de saqueos en la obra pública realizados por particulares en convivencia con funcionarios, de la corrupción existente en los tres poderes, y en los excesos del poder donde un miembro del poder judicial es capaz de negar protección económica adecuada a sus hijos presa de una naturaleza anormal para la mayoría de nosotros.
7.- Cualquier voz, cualquier crítica, cualquier barda o muralla que se intente crear contra el derecho liso y llano de informar, es un atentado contra la Libertad de Expresión, contra la Ley de Imprenta en vigor, contra el Ejercicio del Libre Empleo, e incluso para el siglo XXI, es un atentado Fascista contra la inteligencia común de cualquier pueblo por atrasado y desinformado que se encuentre.
Nuestra casa.- Ignorantes en la Ciencia de la Ingeniería de Organización Social, critican, intentan acotar, reprimen o pronúncianse contra el sagrado derecho que existe en todos los seres humanos para mutuamente ayudarse contra la delincuencia. ¿Cómo no hacerlo, cuando algunos miembros desleales de todas las policías, o del ejército son cómplices de los delincuentes?.
* Consejero de la Fundación Colosio capítulo Puebla.
Asesor de IDEAS ONG´s Internacional
9-IX-2013.
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