La ineptitud de Sergio Ramírez presentó a Moreno Valle a nivel internacional como un tirano.

Piden la renuncia del director de Comunicación del gobierno de Moreno Valle.

Sergio Ramírez R.

 

Por david lópez

Políticos, periodistas, organismos no gubernamentales y ciudadanos en general coinciden en la urgencia de que el gobernador del estado Rafael Moreno Valle Rosas cambie de encargado de Comunicación social por alguien con la suficiente capacidad para ocupar el cargo, y al mismo tiempo de un giro a su política de medios.

Desde  el inicio del actual gobierno estatal, su característica fue la de perseguir a los medios locales. El mismo día de su toma de posesión, Moreno Valle lanzó una persecución punitiva en contra de Ricardo Henaine, “nadie por encima de la ley” sentenció el mandatario durante su primer mensaje;  el asalto a El Heraldo por la policía estatal con el secretario de Seguridad Pública a la cabeza  fue la culminación de esa amenaza contra el también dueño del equipo de fut bol Puebla FC. Todo un comando armado hasta los dientes para sacar por la fuerza de sus instalaciones a un grupo de periodistas, cuyas únicas armas eran papel y pluma.

Rodolfo Ruiz propietario del periódico digital EConsulta fue el siguiente en la lista, por negarse, según reveló el periodista, a cumplir a cada rato los caprichos del director de comunicación y del gobernador.
 
Juan Pablo Proal de la revista proceso, en septiembre del 2011, daba cuenta del comportamiento del gobierno de Moreno Valle con los medios: “el trato digno que el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas prometió a los medios de comunicación en su campaña electoral de 2010, cuando ofreció transparencia institucional y en especial un trato respetuoso y digno con la prensa”, solo se da en los medios incondicionales”.

“El trato digno prometido lo da solamente a medios incondicionales como Televisa y Tv Azteca, mientras que a los críticos les aplicó la ley del garrote, y va más allá: “Frivolidad, dispendio y amenazas contra el periodismo crítico son ya la nota distintiva de Moreno Valle”.
 
Sergio Ramírez Robles  llegó en relevo de Norberto Tapia, quien había cometido muchas pifias. Se esperaba la llegada de un profesional de los medios que enderezara la maltrecha imagen del gobernador, lamentablemente  luego que recibió el nombramiento, asumió una actitud persecutoria en contra de periodistas y actores políticos.
 
Ramírez Robles  por cuenta propia o por encargo de su jefe,  se dedicó a realizar marcaje personal sobre todo a políticos que no comparten los proyectos del gobernador panista, por lo que acudía a las ruedas de prensa, para “enterarse de primera mano” de lo que ahí se decía.
 
Amenazó a comunicadores  con demandarlos si es que lo que  publicaban consideraba a su criterio eran  “ofensas o mentiras”, gracias a un poder extralegal que le otorgaron.
 
La persecución llegó a su clímax la semana pasada cuando  presentó dos demandas Civiles en contra de igual número de comunicadores, Fabián Gómez  de Contraparte informativa y Adrián Ruiz del Heraldo “por daño moral”.
 
Al mismo tiempo que Comunicación Social por medio de boletín de prensa dio a conocer las demandas, la propia dirección de Comunicación filtró a dos periodistas “afines”, una lista de 19 comunicadores a los que se les presentarían igual número de demandas. Una clara amenaza contra todo el gremio periodístico.
 
Las pifias de Sergio Ramírez  colocaron la imagen del gobernador por los suelos, efecto contrario a lo que esperaban, reyezuelo o tirano es lo menos que a nivel nacional e internacional se ha dicho de Moreno Valle.
 
Ante estas pifias de Sergio Ramírez Robles, lo menos que se espera del mandatario, es que cambie de director de Comunicación Social y de un giro a su relación con los medios.