César Musalem Jop *
1.1.- Esta inverosímil petición, es una artimaña de agandalle practicada usualmente por vecinos, bien o mal asesorados (según la óptica). Se usa para desviar la atención de la inconformidad social dándole vueltas al asunto para enredarlo, para distraerlo de sus objetivos, o bien para que la irritación social se calme o se dulcifique como acontece en una sociedad carente de opinión pública, y de liderazgos.
1.2.- En un sistema capitalista atrasado como el mexicano, es normal que sus gobiernos, tomen como tarea privilegiar al capital extranjero sobre la ingeniería de organización social, dándoles facilidades a los inversores de la nacionalidad que sea (incluyendo a los chinos), para que depreden sobre la naturaleza del país a costa de la salud de los mexicanos, los cuales nos enfermaremos de a perdiz de algún tipo de cáncer, por la contaminación de agua, aire y tierra, en nombre del progreso económico y de la creación de empleos.
2.- De ahí que intentar que el gobernador explique lo que en un país capitalista atrasado como el nuestro, es obligado, para su encargo suena ridículo. Sus funcionarios se darán cuenta de quien pide la audiencia, serán llamados y de alguna forma la masa inconforme será desviada de sus acciones para no decir traicionada.
2.1.- Bien harían los solicitantes de audiencias, en organizar a los habitantes de los municipios afectados, recordándoles que el artículo 115 Constitucional Federal nos dice, que sólamente los ayuntamientos dan el uso de suelo, y que incluso sin haber votado por los que ganaron las elecciones tan pobres en votos como todas las del estado, los gobiernos locales llamados también ayuntamientos tienen la obligación de salvaguardar a la naturaleza, por qué es una decisión mayoritaria de la población.
2.2.- Caso contrario, los ayuntamientos que no "manden obedeciendo", deben ser destituidos popularmente (por la población total), solicitando al congreso local que lo acuerde por estar el municipio bajo ingobernabilidad y negociar los dirigentes una nueva integración que atienda realmente al desarrollo municipal.
3.- Nadie concede en México, el uso de suelo para explotación minera, para abrir un burdel chino, un antro gringo, una escuela alemana, un restaurante francés o una fonda poblana, o construye nada, si los ayuntamientos integrados penosamente por ciudadanos modestos en economía, educación, carácter personal, no lo autorizan. No por algo diariamente vamos construyendo un Estado de Derecho.
NUESTRA CASA.- Hace décadas los arquitectos mexicanos aprendieron de sus maestros en sus clases la necesidad de: Diseñar casas habitación, edificios o centros comerciales como si estuviéramos en Falfurrias, Texas E.E. U.U.; este arquitecticidio cebose en las ciudades serranas de nuestra Puebla.
* Consejero de la Fundación Colosio capítulo Puebla.
Asesor de IDEAS ONG´s Internacional
31-X-2013.
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