jueves, 16 de junio de 2011

Gobernar sin odio.

Alberto Mendoza


Estar libre de resentimientos, odios y todo tipo de pasiones negativas, es una manera de poder caminar por la vida libremente. El rencor debe ser una piedra muy pesada.


El ingeniero Heberto Castillo Martínez dirigente universitario de 1968 y fundador del Partido Mexicano de los Trabajadores advertía a todos quienes aspirábamos a ingresar a ese instituto político, que debíamos estar libres de sentimientos negativos, como el odio y el rencor. Era muy claro en ese tema, por lo que nos advertía: “Quien tenga algún problema amoroso, que esté peleado con su novia, con su esposa, con sus padres o que tenga problemas laborales, primero vaya y resuelva sus asuntos y cuando los resuelva y sea feliz, regrese a luchar por la construcción del PMT y por México. Aquí no queremos compañeros rencorosos, porque los sentimientos negativos contaminan la lucha política”.


Esa fue una de las primeras lecciones de vida que recibí del ingeniero Heberto Castillo, de quien tuve el altísimo honor de haber disfrutado de su amistad.


Recuerdo lo anterior por lo que estamos sufriendo poblanos y mexicanos en general de parte de quienes nos gobiernan.


No se puede gobernar un estado y mucho menos un país si se está envenenado de odio.


Felipe Calderón desde la campaña por la presidencia mostró un odio desmesurado hacia sus contrincantes políticos, que no enemigos. Justificó su arribo a la Presidencia de la República por medio de los instrumentos más bajos que tenga memoria la historia contemporánea de México. “Voy a ser presidente, llueva o relampagueé” advirtió, y finalizó con el “haiga sido como haiga sido”. Las consecuencias están a la vista, un México en guerra con más de 60 mil muertos.


Puebla con casi cinco meses con el gobierno de Rafael Moreno Valle. El gobernador llegó luego de una guerra política, como son todas. El que no se quiera quemar que no entre a la cocina, dicen que decía Melquiades Morales. Moreno Valle enfrentó una campaña mediática en su contra. No creo que el candidato Moreno Valle hubiera pensado que una confrontación política sería un lecho de rosas. Tendría que haber estado preparado para lo que vivió y más.


Finalmente Moreno Valle ganó y eso es lo que debe contar para él. La diosa victoria le sonrió.


Nadie en su sano juicio debe desear que al gobernador le vaya mal, porque si así fuera, nos iría mal a todos. Pero para que le vaya bien y para que haga un buen gobierno, Moreno Valle debe deshacerse ya de odios hacia quienes creé que son sus enemigos; los burócratas que trabajaron en pasadas administraciones y que han sido despedidos por miles de manera injusta e ilegal, simplemente porque son priistas según él, incluso discapacitados que laboraban en el DIF; y contra los medios de comunicación que a fin de cuentas únicamente hacen su trabajo.


Rafael Moreno Valle tiene seis años para realizar sus proyectos, y lo menos que debe aspirar es a contar con el apoyo de todos los poblanos, los partidos políticos y medios de comunicación. Quizás no vayamos en el mismo asiento, pero vamos en el mismo camión, y si éste se sale del camino, todos seremos los afectados.



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